Terapia centrada en las emociones: qué es y a qué problemas se aplica
Contenido
- Una revisión de este tipo de terapia que se enfoca en patrones emocionales inconscientes.
- Terapia centrada en las emociones: ¿que es?
- Principales mecanismos de cambio
- 1. Conciencia
- 2. Expresión emocional
- 3. Regulación emocional
- 4. Reflexión
- 5. Transformación
- Situaciones en las que se suele aplicar
- 1. Terapia de pareja
- 2. Conflictos familiares
- 3. Problemas de socialización
- 4. Trastornos de la alimentación
- Trastorno de estrés postraumático
- Depresión
Una revisión de este tipo de terapia que se enfoca en patrones emocionales inconscientes.
El ámbito afectivo-emocional es probablemente uno de los más importantes a la hora de considerar nuestro nivel de bienestar.
Cómo nos sentimos y cómo reaccionamos ante situaciones y personas que nos rodean afectan nuestra forma de ver la realidad (y también a nosotros mismos, a los demás y al mundo mismo) y nuestro comportamiento. Pero no siempre es fácil gestionar y gestionar nuestras emociones y la forma en que las estructuramos y las vinculamos a los eventos.
En ocasiones pueden aparecer conflictos graves que pueden hacer necesario el uso de algún tipo de terapia centrada en estos factores. Aunque existe una gran variedad de terapias que actúan sobre el ámbito emocional, hay una que actúa de forma muy específica sobre ellas: terapia centrada en las emociones.
Terapia centrada en las emociones: ¿que es?
Recibe el nombre de terapia enfocada a las emociones o terapia enfocada a las emociones a un tipo de terapia o tratamiento psicológico que, como su nombre indica, se caracteriza por trabajando específicamente en el procesamiento emocional de situaciones, observando la emoción como una reacción adaptativa que permite la supervivencia y reacción al entorno así como hacernos ver nuestras necesidades.
La terapia en sí es profundamente vivencial, ya que la presencia de cambios depende en gran medida de la exposición a situaciones que generan emociones, y esta apariencia se busca con el fin de introducir cambios en los esquemas que utilizamos para afrontar situaciones. Además, esta teoría se basa en gran medida en el paradigma humanista y la terapia centrada en el cliente, buscando el desarrollo y optimización del potencial del paciente. De hecho, la terapia centrada en las emociones originalmente se llamó la terapia experiencial de Greenberg.
El profesional debe adoptar una actitud empática y colaborativa, aceptando siempre las reacciones, emociones y motivaciones del cliente o paciente y tratando de ayudar a detectar emociones, enfocar y desarrollar la propia autonomía del sujeto, haciéndolo responsable de sí mismo.
La terapia centrada en las emociones considera que la emoción supone la aparición de cambios fisiológicos derivados de la captura, interpretación y procesamiento de información externa o interna y de nuestro aprendizaje previo. Basado en la experiencia estamos generando una serie de patrones emocionales inconscientes que nos llevan a una forma concreta de reaccionar o sentir situaciones, siendo estos patrones los que nos proponemos trabajar durante la terapia.
El objetivo de esta terapia es ayudar a que los pacientes sean capaces de identificar, experimentar sin bloquear, atribuir un significado, comunicar y gestionar de forma adaptativa sus emociones. En definitiva, gestiona tu ámbito emocional de forma eficiente y así lograr una buena capacidad de adaptación al entorno. Esto es muy útil en una amplia variedad de situaciones, como problemas relacionales o después de la presencia de experiencias no deseadas o traumáticas.
Principales mecanismos de cambio
Con la terapia centrada en las emociones, el objetivo es lograr un cambio en los patrones emocionales, en la forma de capturar, procesar y expresar la propia emocionalidad. Para ello, se deben activar una serie de mecanismos, destacando los siguientes.
1. Conciencia
Es un factor que quizás parece lógico y sencillo, pero es determinante y es la base a la hora de introducir un cambio en los patrones emocionales. Tomar conciencia o ser capaz de distinguir, identificar y nombrar las propias emociones es el paso más básico y fundamental.
2. Expresión emocional
Una vez identificada la emoción en sí, será necesario conocer y ser capaz de expresar la emoción, especialmente cuando hablamos de emociones negativas. Más bien, se trata de afrontar la emoción, Vivirlo sin introducir una evitación que nos proteja de él..
3. Regulación emocional
Además de identificarlos y vivirlos, otro de los mecanismos necesarios para introducir cambios es el hecho de regular la emoción. Regular no implica no sentirlo o reprimirlo, pero pudiendo frenarlo o adaptarlo a la situación en la que nos encontramos.
4. Reflexión
Si bien ya existen aspectos y componentes cognitivos en el procesamiento de la emoción, cabe mencionar como otro mecanismo la capacidad de operar con información y dar sentido a la experiencia.
5. Transformación
El último de los grandes mecanismos necesarios para cambiar las emociones es la transformación, es decir, logrando modificar la experiencia emocional para hacerla adaptativa. Un ejemplo puede ser la búsqueda de experiencias que generen respuestas emocionales incompatibles con la emoción inicial.
Situaciones en las que se suele aplicar
La terapia focalizada o focalizada en las emociones se suele utilizar en situaciones concretas y se suele vincular especialmente al tratamiento de problemas relacionales, aunque puede tener aplicabilidad en un gran número de problemas.
1. Terapia de pareja
Uno de los principales contextos en los que se suele aplicar la terapia centrada en las emociones es en el mundo de la pareja. Y es que se ha demostrado que este tipo de terapia puede permitir trabajando sobre los conflictos emocionales presentes en cada uno de sus integrantes y sobre la relación sí mismo.
Y es que esta modalidad permite trabajar aspectos como el apego (no en vano se basa en parte en la teoría del apego) e identificar, expresar y compartir sus emociones y necesidades afectivas. De esta forma, este tipo de trabajo puede permitir una mejora en la situación de cada componente de la pareja y mejorar la comunicación existente, fortaleciendo el vínculo existente.
2. Conflictos familiares
De manera similar a la anterior, la terapia centrada en las emociones podría volverse aplicable en el contexto familiar, para poder reelaborar esquemas emocionales y comunicarlos de manera eficiente.
3. Problemas de socialización
Las personas con problemas de socialización derivados de problemas emocionales pueden beneficiarse de este tipo de terapia, aprendiendo a transformar sus sentimientos y miedos y a aceptarlos de tal manera que no interfieran en sus relaciones. Igualmente, se favorece la comunicación.
4. Trastornos de la alimentación
La terapia centrada en la emoción se ha utilizado en el caso de pacientes con trastornos alimentarios, debido, entre otros aspectos, a la alta presencia de emocionalidad negativa respecto al propio autoconcepto. Parece ser útil en tanto a nivel individual como grupal, tratando de identificar, naturalizar y modificar las emociones que mantienen el problema de la alimentación.
Trastorno de estrés postraumático
La terapia centrada en la emoción podría ser útil cuando se trabaja en la esfera emocional en casos de trastorno por estrés postraumático. El abuso sexual, el acoso escolar, la violencia doméstica o de género son ejemplos de situaciones en las que podría aplicarse.
Depresión
Los trastornos depresivos tienen como una de las principales y más frecuentes características la existencia de emociones como la tristeza o la desesperanza. Trabajar en el procesamiento de emociones y situaciones y en la variación de los esquemas (tanto cognitivos como emocionales) ayudará al sujeto a presentar una mejora en su situación.